jueves, 12 de junio de 2008

Psicología Equina



Capitulo 1


El caballo tiene en general un carácter muy manso, se le puede abordar fácilmente y con seguridad. Sin embargo, a veces algún caballo, más concretamente los potros, se asustan o desconfían del hombre y se ponen a la defensiva. En el caso de un caballo adulto, esta actitud proviene casi siempre de la torpeza del hombre, yo diría de su incompetencia. Unas relaciones normales con el ser humano le devolverán tal y como es en general: "simpático y atractivo".

Los caballos enteros son propensos a morder y a dar manotazos; las yeguas, en cambio, les gusta más utilizar sus posteriores, de ahí el dicho: "Desconfía del caballo por delante y de la yegua por detrás".

El caballo cuando se enfada avisa al hombre con su actitud: agacha las orejas, sus ojos adoptan una expresión amenazadora y malévola, sus quijadas se arrugan, sus labios se estiran y alarga el cuello.

Imagen 1: Actitud confiada.
Imagen 2: Actitud agresiva.
No podemos equivocarnos acerca de sus intenciones: en ese momento su fisonomía es netamente amenazadora. Si piafa, azota con la cola, gira una oreja y aproxima los cuartos traseros hacia el hombre es que está preparando una coz.
Es prácticamente imposible evitar una coz. Si alguien piensa lo contrario se equivoca totalmente, puede darse el caso de que el caballo nos quiera prevenir y asustar para que le dejemos en paz, y para ello utiliza las muecas amenazadoras, las mismas que utilizaría si otro individuo de su misma especie le molestase. Cuando el caballo realmente quiere cocear es prodigiosamente preciso y rápido en sus intervenciones bélicas (donde pone el ojo pone el casco). Pero contrariamente a lo que pueda pensarse, existen pocos que sean de verdad malos. Un hombre de caballos verá rápidamente la diferencia entre un caballo peligroso y otro que tan sólo lo aparenta.
MANERA DE ABORDAR UN CABALLO DESCONOCIDO.-
Existe una mínima prudencia que debemos respetar al acercarnos a un caballo que no conozcamos.

El caballo reacciona a la suavidad, la firmeza y el respeto, pero no al temor. Todos los caballos están predispuestos a hacer bien las cosas, basta con hacerles comprender lo que queremos de ellos. Para ello, no hay nada más que la paciencia. Comprenderá únicamente por memorización de gestos repetidos, y esto puede llevarnos algún tiempo.

¡Cuántos caballos estropeados por la precipitación, por personas que, sin embargo dicen amarlos! Los años de contacto con el caballo, hacen a menudo que se desconfíe de quién debería ser nuestro amigo, ello es debido a que son pocas las personas que "sienten" verdaderamente a este animal. Tiene todavía que pasar mucho tiempo, antes de que nos demos cuenta que el caballo es ante todo un individuo, que no hay dos iguales, que su instinto difiere totalmente del nuestro, que puede darnos muchas satisfacciones sin estar, por ello, locamente enamorado del hombre, aunque sea la persona que le cuida. No le pidamos lo que desde el punto de vista sentimental, no puede darnos. El caballo debe respetarnos y nosotros respetarle a él, pero no intentemos que nos quiera; es un animal que siempre preferirá estar entre sus congéneres en un prado, que soportando nuestro peso sobre sus riñones.
"Querámosle tal cual es, y no como nos gustaría que fuese".

RECOMENDACIONES PARA ABORDAR UN CABALLO.-
Cosas que debemos hacer:

Advertirle con la voz, el caballo es muy sensible a los tonos de voz y se acomodará más fácilmente a una voz grave y suave, antes que a otra más alta y chillona. Registra rápidamente las diferencias de tono.

Ejemplo:
PASA CABALLO, tono normal y tranquilo.
¡HOLA AMIGO!, tono alegre, de felicidad, realzado.
¡¡BASTA YA DE HACER EL TONTO!!, tono seco, enfadado.

1º tono: sabrá que estamos presentes y cerca de él, se volverá para ver nuestros movimientos y comprender nuestras intenciones.
2º tono: si fisonomía vibrará, vendrá hacia nosotros juguetón o mimoso, según su temperamento.
3º tono: comprenderá perfectamente que estamos enfadados y dejará de hacer durante algún tiempo lo que estaba haciendo, en ese momento debemos acariciarle y adoptar uno de los primeros tonos.

Si desde potro le acostumbramos a estos modales, evitaremos los gritos y brutalidades que tan a menudo encontramos en el trato con los caballos, que le vuelven loco de terror e incomprensión. Esto irritará aún más al hombre y desencadenará una escalada de violencia totalmente absurda, en la que el ser inteligente (es decir el hombre), saldrá rebajado y será el responsable de todas las consecuencias.

Castigar a un caballo, tiempo después de haber hecho una tontería, no sirve de nada, si no es para aplacar nuestra propia cólera. Es mucho más inteligente recrear el simulacro , dentro de lo posible y enfadarse con el caballo justo en el instante en que empieza a hacer de nuevo la tontería. Cuando hablamos de enfadarnos con el caballo, nos referimos a nuestros ademanes externos, es decir debemos interpretar una pequeña representación teatral, de forma que el caballo piense que estamos realmente enfadados con él, pero en ningún caso debemos dejar que la cólera se apodere de nosotros; si alguna vez surge esta situación, lo mejor es que devolvamos el caballo a su box y nos marchemos a tomar algo, para recomenzar nuestro trabajo cuando nuestra cabeza piense con más claridad.

Es recomendable abordar a un caballo desconocido por su lado izquierdo, pero debemos acostumbrar al nuestro a hacerlo por ambos lados. Lo mismo debemos hacer para montar.

Cosas que no debemos hacer:
-Tocarle sin avisarle de nuestra presencia.
-Acercarnos a él extendiendo los brazos.
-Acostumbrarle a golosinas (que a menudo le damos para "comprar" su amistad).
-Ir directamente a su cabeza, la espalda del caballo es un punto de equilibrio para la aproximación. Por detrás de este punto, el caballo huye hacia delante. Por delante de él puede recular. Jugando entre estas dos posiciones podemos ir ganando terreno a un caballo difícil de coger en el prado, una vez cerca de él, deslizar vuestro hombro por debajo de su cuello, no adelantar las manos hacia él, entonces ir subiendo lentamente vuestro brazo a lo largo del cuello, hablándole con calma. Este punto de equilibrio también nos es muy útil para el trabajo a la cuerda.
-Dejarle que nos mordisquee.
-Atar un caballo que no conocemos.

Respetando todo lo dicho, entraremos en el decorado del caballo sin sorprenderle, él sabrá como agradecérnoslo.
No olvidemos que su instinto no está embotado como el del hombre, y presentirá vuestra intenciones, aunque estén camufladas, en la mayoría de las ocasiones.
Capitulo 2

COMUNICACIÓN CON EL CABALLO.-
Una historia del Curso : NEGRITO, Un caballo con pánico. Esta es la historia de Negrito, un caballo cruzado de portugués con pura sangre inglés (Imagen 1).

Es este azabache de la foto, con quien tuve la suerte de trabajar durante un curso de comunicación con el caballo en mayo de este año en el Centro de Formación Ecuestre "Sierra Norte" cerca de Madrid.

Su historia fue muy triste. Cuando me hablaron de él, se me contrajo el corazón porque no podía creer lo que escuchaba. No sé quien fue el dueño, pero se sabe que el caballo antes de llegar a Sierra Norte, había estado encerrado en una cuadra durante ¡¡¡UN AÑO SIN VER LA LUZ!!!!...

Creo que además fue un caballo muy maltratado porque solamente con entrar al box, se ponía a temblar como una hoja.

Tuvo la suerte que lo compró un señor que aunque no es muy conocedor de caballos, y al que probablemente engañaron, lo quiere mucho y le encanta ir a verlo. Increíble porque este señor va a verlo, lo acaricia y le dice: Pobre negrito, pobre negrito. Parece que la vida recompensa aunque no sepamos verlo.

Cuando lo conocí, la gente del lugar ya había hecho contacto con él, y al menos sacaba la cabeza por la ventana para mirar. Pero era imposible ponerle una cabezada. Así que la persona que maneja el lugar, se las ingenió para ponerle la cabezada con algo como una caña de pescar, lo enlazaba y así lo sacaba y lo llevaba a un corral. De todos modos todo lo que fuera contacto era muy difícil con él porque cuando estaba suelto quería acercarse a alguien, pero en el momento que se daba vuelta para tocarlo salía corriendo. No toleraba la cercanía, se asustaba muchísimo.

Entonces, resolvimos trabajar con Negrito durante el curso. Si bien mi objetivo principal era llegar a ponerle la cabezada, me planteé que lo primero era establecer contacto con él.


Este es un punto esencial cuando trabajamos con caballos abusados, maltratados que tienen mucho miedo. Por más que haya una meta: PONERLE LA CABEZADA, es necesario observar en qué circunstancias está el animal, porque si no vemos cómo está podemos equivocarnos y por prisas empeorar la situación. Esto es lo que se llama OBSERVAR LOS PASOS. El trabajo hecho con paciencia y delicadeza.
Entonces el primer paso fue entrar al box. Temblaba tanto que solo me quedaba quieta y le hablaba muy suave para que no se asustara más. Además usaba mi cuerpo para mandarlo para delante pues se iba para atrás y no quería perder su contacto. Intenté hacerle oler la cabezada y se asustó muchísimo, entonces, lo dejé y le acerqué mi mano con el puño cerrado para no pensara que era una garra. Su relación con los hombres le había dado demasiadas razones para pensar que todos éramos predadores. Poco a poco lo pude tocar un poquito. Incluso pude acariciarlo con la cabezada y cuando se relajó, y no quiso huir, lo dejé descansar como premio por el gran paso que había dado. Este trabajo lo hicimos durante la mañana. A veces esto parece poco, sin embargo para Negrito fue un gran paso.
Algunos dicen que "Lo bueno si breve dos veces bueno", y en este caso fue así. Negrito necesitaba aprender a confiar, empezar todo de nuevo. Sentía claramente que si me apuraba con él podía ser catastrófico.
Esa misma mañana además tomó un medicamento homeopático llamado Árnica. Este medicamento se obtiene de una planta que es bien conocida por sus propiedades antiinflamatorias. Su pomada se usa en forma cuando hay golpes, traumas e incluso hemorragias. Pero tiene además un uso más sutil cuando se usa una potencia más alta, como la que tomó, una 200, porque de este modo actúa en un nivel mental y anímico. Tan traumatizado, golpeado y magullado (psíquicamente) como estaba, Árnica 200 seguramente lo iba a ayudar a superar su miedo, como ocurrió por lo que me enteré en los últimos días que luego les contaré.
Cuando un caballo ha sufrido tanto, trato de trabajar poco para no presionarlo, pero con la intención de que se quede con algo positivo para sentir y pensar. Así hice con este caballo y volvimos con los alumnos del curso a la tarde. Hubo una sorpresa y fue que un alumno del curso se encontraba en el box haciéndole unos masajes que el caballo recibía bien. Volví a entrar en su box, y su temblor había disminuido un 50 %. Entonces como quería trabajar un lugar más abierto para tener otras opciones de comunicación, le abrimos la puerta del box y lo dejamos salir, guiándolo entre todos para que entrara en un corral.
Lo dejé un rato en el corral para que pudiera investigar, caminar, defecar, orinar, oler, y hacer todo lo que necesitara. Como necesitamos la atención del caballo para trabajar, conviene dejar que haga lo que necesite hasta que pueda prestar atención. Entonces comencé a tantear como podía hacer para contactar con él. Cuando me acercaba, huía, entonces lo hacía huir un poco más sin presionarlo demasiado porque quería que me tomara por amiga y no como predadora. Así fue, que poco a poco huía menos y trataba de estar más cerca de mí pero sin dejarse tocar. Ocurrió que por momentos necesitaba corcovear, hecho que me parecía benéfico porque realmente lo necesitaba. Había que ver lo contraído que estaba, como estaba su columna, su grupa con las patas metidas para dentro. Lo felicitaba con mi voz cuando corcoveaba pues era muy claro que no lo hacía en mi contra, simplemente era una necesidad física de liberación. ¡Había perdido la confianza hasta en su propio cuerpo!
Este segundo paso, también fue productivo, pues pude acercarme bastante más y cada vez temblaba menos cuando le acercaba la mano. Nuevamente lo dejé cuando demostró un poquito más de confianza.
A la mañana siguiente cuando llegué al box, estaba con su cabecita afuera y con más ganas de contacto. No se iba para atrás como el día anterior. Todos lo notamos, tenía mucho más relajada la expresión y cuando lo sacamos al corral su cuerpo estaba más extendido y abierto. Tenía la expresión de la vida nuevamente en su cuerpo. Entonces me dejé llevar por la intuición, justo estaban con nosotros algunos niños. Y se me ocurrió lo bien que le haría estar con niños. Los niños le cortaron mucho pasto verde y fresco, y Eduardo uno de los niños empezó a darle de comer, Negrito tomaba unos bocados y se iba. Pero cada vez se quedaba más cerca. Aprovechamos para ver la actitud de Eduardo, relajada y confiada. Luego se acercaron unas niñas que desde fuera del corral le daban de comer. Entonces cuando la situación estaba establecida les sugerí otra pauta de trabajo. Que le tiraran pasto en el cuerpo. Como negrito tenía tanto temor al contacto, me pareció que esta era una manera suave para desensibilizarlo. Le tiraban el pasto, hacían gestos fuertes, ruidos y ademanes que podían parecer muy amenazantes. Al principio se iba para atrás y miraba. Pero cada vez volvía y se quedaba confiando un poco más. Cada tanto yo entraba al piquete y lo hacía trabajar con la intención que me aceptara. Lo bombardeamos de estímulos aparentemente amenazantes, pero cariñosos al fin. Y así nos respondió. (Imagen 2).
Como ven en esta foto, uno de los estímulos era el ramal que tanto lo aterraba. Le cambiamos una idea condicionada. Juntamos el ramal, con el pasto y la voz calmante como estímulos positivos. Ya no huía como el día anterior en que solo ver u oler el ramal lo hacía temblar y huir.
Volví a trabajar presionándolo cuando huía y quedándome quieta cuando se me acercaba y la distancia de huída disminuía cada vez en varios centímetros. Lo hice con la cabezada en la mano y sin él. Terminó el trabajo distendido, con la mirada abierta y con una expresión de sorpresa, como diciendo: "Con algunos puedo comunicarme sin que me dañen". Negrito es muy manso como decimos los argentinos y necesitaba solo encontrar un ámbito de trabajo.
Llegué hasta esta parte del trabajo con él.
Pero algunos de mis alumnos que siguen yendo a Sierra Norte, se tomaron el trabajo de seguir en contacto con él. Creo también que trabajó con Lucy Rees. Las últimas noticias son que le ponen la cabezada, que busca a la gente, que está muy bien.
En fin, es una historia de amor y paciencia. Como podemos cambiar una situación por otra cuando hay una fuerte intención.
Además del trabajo que hemos realizado las personas que tuvimos contacto con él, quiero comentar algo más acerca de cómo funciona un medicamento homeopático. El medicamento que en este caso fue Árnica, funciona de manera suave, permanente y durable. Arnica está indicado cuando hay sensación de magulladura, mucho miedo al contacto, temor de ser golpeado, maltratado. Todos síntomas reales que Negrito tenía y con razón. Pero como el medicamento actúa como les decía en un nivel sensitivo, ayudó a este animal por las circunstancias positivas en las que se encontró, a superar los traumas. Un medicamento homeopático bien prescripto ayuda a que el proceso de recuperación física y mental, sea más rápido y efectivo.

Para trabajar con caballos con trastornos de comportamiento, primero es necesario tener un panorama claro de la situación, para hacer un diagnóstico y un plan de trabajo.

Los pasos fueron los siguientes:

Primer paso
DIAGNÓSTICO Historia del caballo: Tomo todos los datos posibles por parte de las personas a cargo del mismo: "¿Cuándo llegó el caballo, en qué condiciones, cómo fue la adaptación al nuevo lugar, cuáles fueron sus reacciones, estado de salud y nutrición, cómo lo manejan?

El caballo y sus miedos.
Diagnóstico: Estrés por mala estabulación y pánico a las personas. Gran estado de tensión corporal.

Segundo paso
Acercamiento para hacer un PRONÓSTICO
Cuando nos acercamos a un caballo que no conocemos (sobretodo si tiene trastornos de conducta), lo hacemos con atención para observar sus reacciones: "si es tranquilo, si se pone nervioso o se asusta. Si tiene ganas de relacionarse o se aleja".
En este caso, fue evidente que el caballo quería relacionarse pues estaba con la cabeza fuera del box, pero cuando le acercaba la mano o me acercaba, se iba hacia atrás "temblando como una hoja". La huída es la primera arma de defensa del caballo. Tenía que defenderse pues su recuerdo era: Humanos --- Peligro

El pronóstico fue el siguiente:
Es un caso que necesita mucha paciencia, los pasos deben ser muy cuidadosos, sin apuro porque cualquier apuro puede empeorar mucho la reacción del caballo. No sé si podré ponerle el ramal. Más bien la pregunta es: ¿Hasta dónde me dejará llegar? Hasta dónde me deje llegar, va a ser lo correcto para este caballo en esta situación.

En esta situación trabajé con la siguiente técnica: Abrí la puerta del box y entré muy tranquila con movimientos suaves para evitar provocarle más pánico, porque como sabía que estaba aterrorizado, mi intención era evitar producirle más miedo. Pero de algún modo tenía que decirle que podía confiar en mí y eso lo hice con mi lenguaje corporal. Cuando me acercaba y él se iba para atrás, en vez de gritarle y presionarlo más, también me iba para atrás con mi brazo derecho extendido hacia el costado sin permitirle que fuera más atrás, al mismo tiempo que lo miraba fijamente a los ojos atenta al momento en que él se quedaba quieto o iba hacia delante, y mascaba, momento en el que dejaba de mirarlo a los ojos a modo de recompensa, para no presionarlo demasiado. Este modo de comunicación es una imitación del modo en que los caballos se comunican. Ellos lo hacen con un lenguaje silencioso de signos y señales y a veces con vocalizaciones.

El animal dominante, sea semental o yegua, domina a los otros por el movimiento y la dirección del mismo. Hacen mover a los otros cuando están quietos o los hacen quedarse quietos cuando se mueven. Esta es la base de todos los entrenamientos. Entonces, si Negrito se iba para atrás para defenderse, lo mandaba para adelante. Le marcaba la dirección hacia donde quería moverlo. Después de realizar esta acción varias veces, entendió que podíamos hablar el mismo idioma. Y fue disminuyendo su temor. Cada vez podía acercar mi mano a su cuello y tocarlo sin que se fuera para atrás y sin que temblara tanto. A medida que nos comunicábamos de este modo, él comenzaba a mascar, signo de relajación que le estimulaba con mi voz y mi lenguaje corporal.

¿De qué modo el caballo entiende que hace algo bien?
Por medio de la recompensa o refuerzo positivo. Cuando hace algo bien, se lo recompensa disminuyendo la presión, que en este caso fue dejarlo descansar. Hay que estar muy conectado con el caballo para saber cuando es el momento. Uno de los signos que tomo como indicador, es cuando masca, signo que indica que se relaja. Cuando lo hizo varias veces y dejó de temblar, lo dejé "Pensando". Es decir, que se quedó sintiendo una sensación distinta a la esperada. En su memoria (que es muy precisa) estaba el dato que una persona en el box con un ramal, eran todos elementos peligrosos. Sin embargo esta experiencia fue diferente y ahí pudo empezar a pensar distinto y dejar de aterrarse.

Paso tres
Medicación
Parte de mi técnica como Veterinaria, es el uso de Medicamentos Homeopáticos, Remedios Florales y Masajes Terapéuticos. Como expliqué en el artículo anterior, Arnica es un medicamento indicado para el trauma mental y físico. Al contrario de lo que se cree (Por falta de información precisa), los medicamentos homeopáticos actúan con gran rapidez cuando están bien indicados. El trabajo de corrección de trastornos de conducta se optimiza con el uso de medicamentos que actúan sobre el ánimo del animal, pues acelera el proceso de recuperación física y mental, porque estos medicamentos actúan sobre la energía vital del animal equilibrando lo que está desequilibrado. En este caso le devolvió la confianza y lo relajó de manera tal que me permitió entrar en su espacio corporal con más rapidez.
Los caballos tienen un espacio corporal ovalado alrededor de su cuerpo de alrededor 2 metros. Este espacio es tan importante como en los humanos. Significa que solamente lo abren cuando hay confianza. Si observamos una manada en un prado, veremos que algunos caballos andan muy juntos, por ejemplo, una yegua con su hijo o hija, el semental con la yegua más vieja, o caballos que se criaron juntos. Por lo tanto, cuando un caballo nos permite entrar en su espacio, significa que nos tiene por compañeros íntimos. Ellos construyen amistades profundas e íntimas que pueden durar toda la vida y extrañan a sus amigos como extrañamos nosotros a los nuestros. Según algunos estudios el espacio del centro emocional en el sistema límbico del cerebro, tiene el MISMO TAMAÑO QUE EL NUESTRO. Qué tema interesante para pensar y estudiar....
Este conocimiento es parte de la técnica que utilizo, pues algunos podrían haber pensado que el caballo era obstinado, sin embargo, lo que más necesitaba era contacto, comunicación y confianza, pero como él lo había intentado en su lenguaje y no había sido comprendido, su confianza estaba quebrada y solo podía reaccionar con su lenguaje, alejándose, temblando y tratando de estar lejos.

Paso cuatro
Cambio de circunstancias
Trabajo por la tarde
Lo observamos en otro medio: El paddock. Un caballo suelto se muestra mejor. Negrito mostró que le costaba moverse, estaba tenso, contraído, por falta de ejercicio y fundamentalmente por falta de confianza en sí mismo.
La técnica que usé fue hacerlo moverse. Como buscaba los rincones y no dejaba que me acercara, lo sacaba de los rincones sin asustarlo demasiado, pero con la intención de que se moviera y fundamentalmente que se estirase. El hecho que haya querido corcovear, en un animal tan reprimido lo tomé como un intento de liberación de energía contenida y por supuesto como una reacción sana. No me lo hacía a mí, si no que lo hacía por necesidad. Incluso como técnica, lo estimulé a que volviera a corcovear. Había que ver cómo estaba la columna antes del trabajo, como tenía las patas metidas para adentro por tanta tensión y miedo, y como terminó el trabajo con la columna estirada, las patas bien apoyadas y la mirada abierta, franca, confiada.
Usamos lo que el animal nos brinda. Poco a poco empezó a darse cuenta que podía moverse y contar con su cuerpo, y que no era castigado por ser un caballo.
Cuando llegamos a este punto, decidí entrar en su espacio corporal un poco más, y lo busqué para hacer un contacto más cercano. Si huía cuando me acercaba, lo presionaba suavemente un poco más para hacerlo hacía huir. ¿Para qué? Para que entendiera que yo era su zona de seguridad. El resultado era que si se quedaba cerca y se dejaba acariciar, no lo echaba. A medida que entendía esto, fue dejándose acariciar sin necesidad de huir. Este trabajo proviene de la observación del comportamiento en la vida salvaje. Cuando Negrito entendió que estar cerca era seguro, dejó de huir. Aunque le costaba, se notaba como intentaba comprender lo que le pedía. Mi intención era actuar como un líder confiable y así lo entendió. Poco a poco se dejaba acariciar y cada vez buscaba estar cerca porque se sentía protegido. Cuando mascó varias veces y dejó de huir de mi contacto, nuevamente lo dejé descansar - recompensa o refuerzo positivo. Esto es fundamental, de algún modo tenía que decirle que estaba haciendo las cosas bien. Es cuestión de calidad y no de cantidad. Esta técnica es muy efectiva, porque cuando el caballo entiende lo que se le pide y sobretodo cuando lo hace por su propia voluntad, ¿para qué seguir insistiendo?, es más eficiente dejarlo "pensando". Ellos también asimilan sus procesos mentales y la próxima vez empezaremos donde dejamos en vez de tener que hacer todo nuevamente.

Paso cinco
Desensibilización
A la mañana siguiente, cuando fuimos a buscarlo, un alumno del curso, estaba con él haciéndole masajes, que recibía con tranquilidad.
Lo llevamos al paddock donde había niños con quienes trabajó. ¿Porqué? Porque en general los niños tranquilos no tienen expectativas y funcionan de un modo que tranquilizan al animal. Si tenemos demasiadas expectativas, podemos perder lo que el animal nos brinda. La clave es estar atentos a lo que puede hacer realmente.
Aproveché esta circunstancia para realizar un trabajo de desensibilización. ¿Qué es la desensibilización? Es la capacidad que tienen los caballos para acostumbrarse a ciertas situaciones del medio ambiente, como por ejemplo, un conejo que huye. Es probable que el potro la primera vez que escucha o que ve a un conejo huyendo, se asuste, pero como su madre y los otros miembros del grupo no se asustan, el potro, tampoco lo hace. De este modo, se desensibiliza y aprende a discernir: "esto es peligroso, esto no lo es". Si el caballo no tuviera esta capacidad, viviría huyendo.
¿Cómo desensibilizamos a Negrito?
Pusimos un fardo de pasto en un rincón del paddock, el rincón que él elegía, donde se sentía más seguro. Cuando iba a comer, uno de los niños se paraba cerca con el ramal. Al principio le costaba estar cerca, pero fue acostumbrándose. Luego el niño movía bruscamente el ramal, y su reacción era de alejarse. Pero poco a poco se fue dando cuenta que no le hacía daño. Cuando llegaron unas niñas, usé la misma técnica. Entre todos le tiraban pastos al cuerpo. Por supuesto, que al principio, se asustó mucho, sin embargo, la reacción no tenía que ver con el dolor, sino con el recuerdo del dolor. Éste fue el objetivo, el de quitarle el miedo. Muchas veces el problema principal en el caballo, es el miedo al dolor, el miedo al castigo, al miedo a sufrir. Quería demostrarle que no queríamos hacerle daño y lo entendió rápidamente, porque finalmente se quedó comiendo cerca de los niños aunque estos le tiraban pastos en todo su cuerpo. Estos movimientos bruscos, inesperados, de personas que no conocía, fueron una exigencia para él, que pudo soportar muy bien.

Último paso
La memoria - Dejarlo con el mejor recuerdo
Como solo pude trabajar dos días con él, mi meta fue dejarlo con un buen recuerdo profundo en la memoria de larga data. Cuando terminó de comer, lo llevé a otro rincón, y lo acaricié con más fuerza, poniendo más intención en mis manos, diciéndole: puedes confiar. Se dejó acariciar, me buscaba, y se quedaba cerca. Nuevamente lo dejé pues ese día él había hecho un gran avance, y merecía su recompensa: el descanso.
Las últimas noticias son: que le ponen el bozal sin problemas, que va detrás de sus amigos humanos con toda confianza.
Capitulo 3

Psicología y Lenguaje del Caballo.
Para obtener lo mejor de nuestro caballo, podemos hacerlo entendiendo como funciona su Mente.

Si logramos ver la vida del caballo a través de sus ojos y si tenemos la habilidad de usar sus instintos naturales para potenciarlos, evitaremos los conflictos que se producen por desconocimiento.

El músculo más grande en el cuerpo del caballo, es su cerebro. "Si puedes hacer que su cerebro trabaje por ti, el cuerpo lo seguirá". (Karen O´Connor, amazona del equipo Olímpico de U.S.A).


El caballo y sus miedos.

El aprendizaje del caballo se produce por dos distintos tipos de asociaciones: 1- "Condicionamiento clásico" (Reflejo de Pavlov); y 2- "Aprendizaje por prueba y error".

Por lo tanto, si aprendemos a conocer el lenguaje silencioso de su cuerpo: Posturas y Actitudes; y Señales; tendremos capacidad para comprender sus estados de ánimo y predisposición. El caballo por naturaleza es un ser voluntarioso, porque al vivir en manada su naturaleza es la de respetar al líder. Esta relación es la base de la relación que establecerá con el hombre. Pero por ser un animal de presa, muy perceptivo por su necesidad de sobrevivencia, ha desarrollado un lenguaje corporal finísimo y muy rico. Muchas veces es incomprendido en sus reacciones porque piensa como presa y el hombre como predador. Esta distancia que hay entre la presa y el predador, es la que necesitamos acortar para lograr entender su comportamiento y así producir el mejor caballo.

Este conocimiento luego se aplicará en los "Caballos Problema": caballos que tienen dificultades como por ejemplo: subir al trailer, o que se mueven mucho al ser montados, o que se sobresaltan por cualquier ruído o cosa desconocida, etc.

Contacto y Aprendizaje Temprano en Potrillos.
Esta técnica está basada en parte en la Técnica del Imprinting del Dr. Robert Miller y en la experiencia que fui haciendo en mi práctica profesional. ¿Qué información transmitir a los potrillos y cómo?. Potrillos recién nacidos, potrillos de 6 meses, potrillos húérfanos y potrillos de un año.

Se ha descubierto que en los animales cachorros existen períodos de aprendizaje rápidos y momentos de aprendizaje más lentos. El potrillo, por ser un animal de presa, nace capacitado para aprender lo básico para su subsistencia, al momento del nacimiento. Los estudiosos del comportamiento, han descubierto estas fases de aprendizaje. El Dr. R. Miller, basado en la experiencia del Dr. Konrad Lorenz con los gansos, (que sin su madre, al nacer siguieron lo primero que vieron que se movía, que era el propio Konrad), y en su experiencia con potrillos que conocía al nacer, observó que cuando veía a estos potrillos unos meses después, no le tenían miedo a diferencia de potrillos que veía por primera vez a los 2 ó 3 meses. Este tipo de técnicas también fueron usadas por los indios y los beduinos, quienes por vivir en tribus nómades, compartían sus vidas con todos sus animales.

Comunicación con potros y potrancas que van a ser domados.
Diferencia entre Potros que nunca han estado con el hombre y aquellos que ya han tenido algún tipo de contacto. Este trabajo se basa en sistemas de Educación no violenta con los Cuartos de Milla por ejemplo, otro sistema llamado "Join Up", basado en el lenguaje del caballo, lenguaje que Monty Roberts, llama EQUUS, y otros como el del liderazgo pasivo. El Join Up es una Invitación que se le hace al caballo para que se asocie con uno. Monty Roberts estuvo estudiando a los caballos mustang de Nevada y observó que la yegua madrina es la que pone orden entre los potros jóvenes. Cuando uno de estos potros se rebelaba o cometía travesuras, lo alejaba de la manada y no lo dejaba volver a entrar hasta que el potro pedía perdón. Un animal fuera de su manada, es presa fácil, y el potro castigado mostraba su arrepentimiento para poder volver a su grupo social. El Sr. Roberts estudió clara y precisamente los signos que el potro y la yegua se hacían entre sí, y comenzó a aplicarlos en la doma de sus caballos.

El Masaje Terapéutico.
En los equipos olímpicos de Inglaterra, Alemania, Nueva Zelandia y otros países, viajan con sus masajistas, y fisioterapeutas. El caballo atleta tienen necesidades como cualquier atleta humano. Sabemos que un animal arisco o que ha sufrido maltrato, será amansado y descosquillado con caricias y paciencia. El masaje terapéutico no sólo mejora la calidad del vínculo entre jinete y caballo, sino que puede ser de ayuda terapéutica en situaciones de emergencias clínicas mientras se espera al Veterinario.

Por ejemplo en los casos de cólico, mientras se espera al Veterinario o que haga efecto una medicación, existen unos masajes en las orejas que producen relajación en la zona abdominal. Todo el organismo está relacionado entre sí. Hay puntos en las orejas que corresponden a los órganos. Conocer ciertos puntos de sobrevivencia, puede salvar la vida de un caballo.

El masaje además ayuda en los problemas de balance, en los caballos problema, y en los animales nuevos.

Medicina Homeopática.
Es una medicina que no produce efectos secundarios ni tóxicos. Su origen se remonta a la época de Hippocrates quien planteó que "lo similar cura a lo similar". Es decir, lo mismo que enferma en dosis curativas tiene la capacidad de curar. Actualmente se usa con más asiduidad por ejemplo en la alta competencia por la prohibición de la FEI de usar corticoides, antibióticos y otros medicamentos durante las competencias. Muchas situaciones de urgencia o enfermedades crónicas se resuelven rápidamente con la medicación homeopática que funciona muy bien como complemento de la Medicina Tradicional. Su objetivo es el de optimizar el estado de salud del animal.

2 comentarios:

manuel rios dijo...

esta re buena esta informacion muchas graciasme sirvio de mucho. el unico problema fue las imagenes no las pude ver

Mushin dijo...

Muy buena información. Muchas gracias. No pude ver las imágenes.